Prisionera.
Me he aferrado a un sufrimiento,
Me he atado a él,
Me he castigado.
Y quiero marcharme,
Pero estoy inmóvil,
He olvidado mi pasado,
No veo el ahora,
Ni recuerdo los demás caminos.
Y aunque sé que caminé,
Hoy no sabría cómo hacerlo.
...
He soltado las cadenas,
he abierto los candados
y me he vuelto a ver.
Renuncio a tocarte,
acariciarte,
nombrarte
y sobre todo, a tenerte.
No volveré a pasar por lo que alguna vez creí mío
no volveré a pasar por que no creí mío, sino, nuestro.
Ya no veo mi lugar,
lo he cedido,
y aunque no sé a quién,
ahora ya todo es ajeno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario